Hasta siempre compañero Luis Gabriel

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El Sindicato de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo SINDHEP, lamenta la partida prematura de nuestro querido compañero Luis Gabriel Reyes Neira, extendiendo como colectivo toda nuestra solidaridad y apoyo a su familia.

Para SINDHEP fue un verdadero honor contar siempre con Luis Gabriel.

Luis Gabriel, fuiste un gran compañero de viaje que nos enseñó sobre la sencillez y la necesidad de trabajar en la defensa de las causas justas. Gracias por enseñarnos estos caminos, y siempre tener ideas para impulsar la prevención y protección de los derechos humanos. 

Te recordaremos como un ser humano apasionado como ninguno, dedicaste  tu vida con admiración a la gente de a pie, durante tu permanencia y amistad conocimos tus aptitudes polifacéticas de tu quehacer profesional en la búsqueda de la dignidad para mujeres y hombres, de veredas, corregimientos, inspecciones, municipios y ciudades de Colombia. Con tu gran corazón siempre nos enseñaste el camino de la solidaridad y la escucha como herramienta para la vida.

Gran maestro y académico, disfrutamos tu seriedad, dedicación e inteligencia en jornadas de capacitación y formación, también evocamos con orgullo inconmensurable tus escritos, tus enseñanzas y tu amor por el estudio que siempre te caracterizó, incentivando a líderes, lideresas, campesinos, indígenas, afrodescendientes, personas con orientaciones sexuales e identidad de género diversas, niños, niñas, jóvenes, adultos mayores y funcionarios públicos.  

Excelente profesional de la Defensoría del Pueblo, te destacaste por impulsar la divulgación y promoción de los derechos humanos, también fuiste analista de alertas tempranas.  Con valentía y entrega continuaste dando todo de ti en la Defensoría del Pueblo, desde la Dirección de Promoción y Divulgación. 

Amigo Incondicional que marcó nuestras vidas para siempre, compañero soñador y constructor de utopías, defensor de derechos humanos, padre comprometido hasta la medula, tierno y cariñoso, con tu maravillosa forma de ser tus comentarios anecdóticos que siempre distensionaban cualquier instante, te vamos a extrañar pero haremos memoria de tu legado.

Amigo, te fuiste y no, pues vivirás en nuestro corazón, en los mejores recuerdos y en la lucha cotidiana por una sociedad más justa, amable y respetuosa tal como la soñabas.

Nuestro mejor homenaje será el trabajo cotidiano comprometido y sin dilaciones al lado de los pobres, no al lado de los “usuarios” sino de todos esos seres humanos que ven en nosotros la posibilidad de ayuda para que se reconozcan sus derechos.

Hasta siempre, nunca te olvidaremos gigante compañero de lucha sindical, que marchó calles, veredas y caminos, por los derechos de las trabajadoras y trabajadores de la Defensoría del Pueblo.

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