Marcha 1° de Mayo
Marcha 1º de Mayo
Lo realmente significativo del asunto, son los impactos negativos que el accionar de estos grupos comporta para la sociedad y en especial para sectores sociales que promueven cambios en el orden existente hacia los cuales, en lo fundamental, se dirigen sus acciones. ¿Qué pasará cuando los procesos de exigibilidad de derechos de las comunidades para la restitución efectiva de las tierras despojadas, la formalización de la tenencia de la tierra, las exigencias de justicia, las iniciativas de desarrollo propio que se oponen a la extracción de recursos naturales (minería, hidrocarburos, proyectos energéticos), entren en tensión con el poder establecido con ayuda del paramilitarismo?
El paramilitarismo sigue más vivo que nunca, ronda las comunidades, convive con la fuerza pública, protege el despojo, asesina, señala, estigmatiza y desaparece personas, trafica, incide en la elección de alcaldes y gobernadores, mientras enriquece a los políticos, terratenientes y empresarios que se beneficiaron de su violencia.
También lo invitamos a que se separe de posturas de Gobierno y realice las acciones que le competen como representante del Ministerio Público. Lo instamos a tener en cuenta los aprendizajes que nos deja la historia de la violencia en el país, los vínculos del paramilitarismo con el Estado (Operación Génesis, Masacres de Mapiripan, El Aro, Segovia, El Salado, Nueva Venecia, San José de Apartadó etc.), los crímenes que se cometieron contra la población, el sufrimiento y dolor de las víctimas, pero especialmente sus dignas luchas por el reconocimiento de estos hechos y sus esfuerzos para resistir en medio de situaciones de violencia que aún persisten.