Colombia, 21 de mayo de 2017, a 166 años de la abolición legal de la esclavitud en Colombia
La dignidad camina por el Pacífico colombiano Comunicado No. 003 a la opinión pública
“Dure lo que dure, cueste lo que cueste. Si luchamos como chocoanos, esta lucha la ganamos” ‘Para vivir con dignidad y en paz en el territorio’ “Las cosas son como son y sí no, no tienen son.” Mujer sabedora afrotumaqueña.
La confrontación social es un síntoma inequívoco de que se precisa reflexionar. El exacerbado centralismo del Estado colombiano que se traduce en el establecimiento de una relación colonial de saqueo de los territorios, trae como resultado la exclusión y precarización de las comunidades que habitan en el Pacífico. En esta rica y diversa región del país se concentran las más irritables inequidades y desigualdades y salta a la vista la falta de acceso al agua potable, al acueducto y al alcantarillado, a la alfabetización, a la educación de calidad, al trabajo, a las vías primarias, a la salud y a las demás condiciones necesarias para que todo ser humano pueda desarrollar libremente su vida en condiciones de dignidad. Coincide con este panorama el que el Pacífico está ocupado mayormente por comunidades afrodescendientes y pueblos indígenas, lo cual sin duda alguna es una evidencia de un racismo institucionalizado. Aparte de lo señalado, la intervención estatal en el Pacífico colombiano se ha centrado en imponer la militarización de la vida cotidiana de las personas que allí habitan, esto a la par de la ocupación de los territorios de las comunidades por parte de actores armados ilegales. Los esfuerzos contrainsurgentes llevaron a las élites regionales a promover la conformación de grupos armados paramilitares que hasta hoy realizan acciones armadas con el fin de sostener su control territorial y de paso el del modelo de desarrollo. Ad portas de la finalización de la guerra con las FARC-EP y el inicio de las conversaciones con el ELN, las perspectivas de paz se ven lejanas para esta región a causa de la persistencia del paramilitarismo. En medio de ello, hay personas que rescatan la dignidad humana y que hoy levantan su voz para clamar por lo que es su derecho, a ellas las aplaudimos y acompañamos en estas lecciones de dignidad que le están dando al país. Las protestas que se escenifican en el Pacífico son consecuencia de la imposición de un modelo de desarrollo extractivista que depreda y expolia los recursos naturales y precariza a los pobladores locales, en el marco de una ecuación en que la riqueza de unos territorios se convierte en la maldición de sus habitantes.
Desde el Sindicato de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo (SINDHEP) apoyamos al Comité por la Salvación y Dignidad del Chocó y su convocatoria al paro cívico; el reiterado incumplimiento del gobierno nacional a los acuerdos logrados el año inmediatamente anterior requiere que se generen acciones de exigibilidad, las cuales necesariamente pasan por la movilización social. También nos ponemos al lado de la población de Buenaventura en el ejercicio de denuncia y visibilización de la grave situación de vulneración masiva y sistemática de sus derechos humanos, protesta a la que han sido obligados por el abandono estatal, la corrupción y el accionar de grupos armados ilegales. Cómo parte de nuestro compromiso moral por la defensa de los Derechos Humanos, desde el Sindicato de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo (SINDHEP) instamos al Gobierno nacional a garantizar los derechos humanos de la población que habita a lo largo del Chocó Biogeográfico y hacemos un llamado al pueblo colombiano para que exprese su solidaridad con estas legítimas expresiones de protesta popular. Debe garantizarse el legítimo derecho de los pueblos del Pacífico a manifestar su inconformidad por tantos años de oprobio y mal gobierno. Nos mantendremos vigilantes ante las respuestas del Estado que no pueden ser la represión ni la criminalización de la movilización social.
(SINDHEP) SINDICATO DE DEFENSORAS Y DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO
